La bronquitis aguda, que es muy frecuente, por lo general se debe a una infección, y puede ser contagiosa. La mayoría de las personas se recupera después de unos días o semanas.
La bronquitis crónica se define como aquella que dura al menos tres meses y que reaparece durante al menos dos años consecutivos. En la bronquitis crónica, la respiración puede ser más difícil porque el recubrimiento de las vías respiratorias se mantiene inflamado, y eso conduce a hinchazón y a más producción de mucosidad.
¿Cuáles son las causas?
La bronquitis aguda suele ser causada por la inflamación de las vías respiratorias debido a infecciones virales, como el resfrío, la gripe (influenza), el virus respiratorio sincitial (VRS) o los virus que causan la COVID-19. Ocasionalmente, una infección bacteriana puede provocar bronquitis aguda.
La bronquitis crónica es un síntoma frecuente, junto con el enfisema y el asma, en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Hay varios factores de riesgo para la bronquitis crónica: fumar cigarrillos o la exposición pasiva al humo (al humo del cigarrillo de otra persona); edad avanzada; exposición a gases o ciertos tipos de polvo; antecedentes familiares de EPOC; antecedentes de enfermedades respiratorias, como asma, fibrosis quística o bronquiectasia; enfermedad por reflujo gastroesofágico.
¿Qué señales debemos tener en cuenta?
Los síntomas son los mismos para la bronquitis aguda y la bronquitis crónica:
- Tos con mucosidad.
- Dolor de pecho.
- Cansancio.
- Fiebre baja de menos de 38 ° C.
- Disnea (falta de aire)
- Sibilancias.
En los casos agudos, los síntomas desaparecen por sí solos después de 2 o 3 semanas. En la bronquitis crónica, la tos productiva puede durar tres meses o más.
Tomar medidas como las siguientes puede prevenir la bronquitis o reducir las probabilidades de volver a contraerla:
- Si fumás, dejá de hacerlo.
- Evitá los gases, la contaminación del aire o la exposición pasiva al humo (al humo del cigarrillo de otra persona).
- Vacunate contra la gripe todos los años.
- Aplicate la vacuna contra la neumonía cuando corresponda, según tu edad o sus factores de riesgo.
- Aplicate la vacuna contra la COVID-19 y las vacunas de refuerzo siguiendo los plazos recomendados por la OMS.