ACV: la importancia de reaccionar a tiempo

El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una fecha que año tras año nos insta a hablar de ACV, reflexionar, concientizar a la población y así poder modificar algunos hábitos que pueden ayudar a prevenirla. Por eso desde ECI te contamos sobre esta patología y te brindamos información clave para prevenirla.

¿Qué es un accidente cerebrovascular?

Un accidente cerebrovascular o ataque cerebral sucede cuando se detiene el flujo sanguíneo a parte del cerebro. Al no poder recibir el oxígeno y nutrientes que necesitan, las células cerebrales comienzan a detener su funcionamiento en minutos. Esto puede causar un daño severo al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte. 

Se trata de una patología severa que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad entre los adultos a nivel global. Alrededor de 15 millones de personas en el mundo cada año padecen un accidente cerebrovascular, y de este grupo 5 millones mueren y otros 5 millones sufren una discapacidad permanente.

Se estima que la incidencia de accidentes cerebrovasculares en Argentina es de más de 120.000 casos al año, esto sería un ACV cada 4 minutos aproximadamente. Bajar la mortalidad por enfermedades no transmisibles, como el ACV en el 25% de la población latinoamericana, es el objetivo que propone la Organización Mundial de la Salud para el año 2025.

Reconocer un ACV en el momento que ocurre es fundamental para poder acudir de inmediato a un centro asistencial donde el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado.

Las primeras 3 horas desde el inicio de los síntomas son cruciales y actuando en forma precoz se puede llegar a la reversión parcial o total de este cuadro neurológico potencialmente devastador.

En Argentina y particularmente en Mendoza existen cada vez una mayor cantidad de centros hospitalarios que cuentan con una unidad de ACV, en donde participa un equipo multidisciplinario que puede evaluar rápidamente si estamos frente a un cuadro isquémico o hemorrágico y comenzar un tratamiento adecuado, a fin de evitar secuelas permanentes en la función cerebral.

¿Cuáles son los tipos de accidentes cerebrovasculares?

1) El accidente cerebrovascular isquémico es causado por un coágulo de sangre que bloquea o tapa un vaso sanguíneo en el cerebro. Es el tipo más común, un 80% de los ataques cerebrales son isquémicos.

2) El accidente cerebrovascular hemorrágico es causado por un vaso sanguíneo que se rompe y sangra en el cerebro.

Otra afección similar a un ataque cerebral es el ataque isquémico transitorio. Sucede cuando la irrigación sanguínea al cerebro es bloqueada por poco tiempo. Si bien el daño a las células cerebrales no es permanente, lo coloca en mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

¿Quién está en riesgo de tener un accidente cerebrovascular?

Muchos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular como:

  • Presión arterial alta (es el principal factor de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular). Colesterol alto. 
  • Diabetes.
  • Enfermedades del corazón (la fibrilación auricular y otras afecciones cardiacas puede provocar coágulos de sangre que conduzcan a un ataque cerebral).
  • Fumar (el tabaquismo daña los vasos sanguíneos y aumenta su presión arterial).
  • Antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio.
  • Edad (su riesgo aumenta a medida que envejece).
  • Sexo (los hombres corren un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que las mujeres).

Otros factores de riesgo relacionados que incluyen:

  • Uso de alcohol y drogas ilegales.
  • No hacer suficiente ejercicio físico.
  • Dieta poco saludable.
  • Tener sobrepeso u obesidad.
  • Apnea obstructiva del sueño.

Las personas con hipertensión y/o colesterol alto tienen más riesgos de sufrir un ACV. 

¿Cómo reconocer los síntomas?

Los síntomas pueden ser diferentes y muy sutiles:

  • Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo costado.
  • Confusión repentina.
  • Problemas para hablar o entender lo que se le dice.
  • Incapacidad para reconocer o identificar cosas familiares.
  • Problemas para caminar.
  • Mareos, pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo (por ejemplo, querer agarrar algo y no poder).
  • Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos.
  • Dolor de cabeza intenso y repentino sin causa conocida.
  • Somnolencia, estupor, letargo, estado comatoso o inconsciente.

¿Qué hacer ante esta situación?

  • Siempre buscar atención médica si se sospecha cualquier signo o síntoma compatible con un accidente cerebrovascular, incluso si los síntomas parecen que vienen y se van, o desaparecen por completo.
  • Comprobar si la persona tiene dificultades para entender o hablar. Se le debe hablar para ver si entiende y responde a órdenes simples.
  • Pedirle a la persona que sonría. Observar si existe desviación de la comisura labial.
  • Pedirle a la persona que levante ambos brazos. ¿Un brazo tiende a caer? ¿O no puede levantar un brazo?

Si observas cualquiera de estos síntomas llamar a Emergencias o trasladarla a una guardia médica si está cerca.

Importante:

  • Nunca dejar sola a la persona, tranquilizarla y mantenerse tranquilo.
  • Recostarla, si está consciente colocarla en posición de seguridad (lateral izquierdo) para evitar posible bronco aspiración.
  • Vigilarla permanentemente.
  • Si sufre un paro cardiorrespiratorio comenzar rápidamente RCP sólo con las manos hasta que llegue el equipo de emergencia.

Cuanto más rápido reciba asistencia médica, aumentan las probabilidades de que la persona se recupere y/o solo le queden secuelas leves.

¿Se pueden prevenir los accidentes cerebrovasculares?

  • El 80% de los ACV podrían prevenirse. Su prevención es posible tanto para evitar la aparición de la enfermedad o bien para evitar una nuevo ACV controlando los factores que la predisponen y realizando cambios saludables en el estilo de vida como:
  • Realizar una dieta saludable para el corazón.
  • Lograr un peso saludable.
  • Manejar el estrés.
  • Hacer actividad física regular.
  • Dejar de fumar.
  • Controlar la presión arterial alta y los niveles de colesterol.
  • Un control médico anual para detectar si hay riesgo de sufrir un ACV y ayudar a reducirlo.

Si todos estos cambios no son suficientes, es posible que se necesiten medicamentos para controlar los factores de riesgo.

RECORDAR: si creés que alguien está sufriendo un ACV, active el sistema de emergencia, llame de inmediato a ECI Emergencias médicas o al 911, el ACV es una patología tiempo-dependiente.

Referencias:

https://www.who.int/es

https://www.paho.org/es

https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2009/manuales.pdf  https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=99541

https://medlineplus.gov/spanish/stroke.html

https://www.texasheart.org/heart-health/heart-information-center/topics/accidentecerebrovascular/