El dengue es una enfermedad febril que afecta a lactantes, niños y adultos. Se trata de una infección vírica que se transmite del mosquito Aedes aegypti a las personas. Este es conocido como el mosquito “hogareño” por sus hábitos domiciliarios. Es de color oscuro con franjas y manchas blancas y se cría en recipientes con agua.
Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego pica a otras personas, puede transmitir esta enfermedad. El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales. La infección puede ser asintomática, o cursar con síntomas que van desde una fiebre moderada a una fiebre alta incapacitante, con dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos.
Sintomatología:
Fiebre (38’ o más) acompañada de uno o más de los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza, detrás de los ojos, muscular y/o de articulaciones.
- Náuseas y/o vómitos.
- Cansancio intenso.
- Aparición de manchas en la piel.
- Picazón.
- Sangrado de nariz y/o encías.
Ante la presencia de fiebre y cualquiera de estos síntomas se debe acudir de manera inmediata al centro asistencial más cercano para recibir el tratamiento adecuado.
Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dolor abdominal, sangrado profuso, vómitos persistentes, dificultad respiratoria, irritabilidad/somnolencia), debes acudir a un centro asistencial de inmediato.
Si tenés diagnóstico de dengue no dejes de acudir a los controles médicos previstos para el seguimiento clínico.
Prevención:
Disminuir las poblaciones del mosquito Aedes aegypti es la forma más eficaz para cortar el ciclo de transmisión del dengue. En este sentido, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes u objetos que puedan acumular agua.
Por ello, es fundamental:
- Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
- Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para ello se recomienda: tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables).
- Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordar frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
- Rellenar los floreros y porta macetas con arena húmeda.
- Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
- Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
- Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.
- La fumigación no es una medida de prevención suficiente para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida de control destinada a eliminar a los mosquitos adultos, pero no es útil para eliminar los huevos ni las larvas. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que sólo se recomienda cuando se detectan personas con cuadros clínicos con sospecha de dengue y para aquellas áreas donde está confirmada la presencia del mosquito vector. A su vez, la fumigación siempre debe ser acompañada por acciones de control y eliminación de todos los recipientes que puedan acumular agua en las casas y espacios públicos.
Además de las acciones de prevención, también es importante prevenir las picaduras del mosquito. Para ello:
- Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
- Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
- Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
- Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
- Utilizar repelentes ambientales como tabletas (interior) y espirales (exterior).
Importante:
El Ministerio de Salud de la Nación ha informó en febrero 2024 que 14 de las 24 provincias argentinas “presentan circulación viral notificada en su territorio” de dengue, entre ellas todas las de la repión centro y noreste, así como cinco de la región noroeste.
La enfermedad acumula 39.544 casos registrados, 36.7ó5 sin antecedentes de viaje (autóctonos), 1813 importados y 96ó en investigación, resultando en una incidencia acumulada a nivel país es de 86 casos cada 100.000 habitantes y es responsable de 29 muertes. Con respecto a las personas fallecidas a causa de la enfermedad, la media es de 39 años y todas ellas con residencia en provincias del NEA: Misiones (10), Chaco (8), Corrientes (6) y Formosa (5). En nueve casos fallecidos se registraron comorbilidades, siendo las más frecuentes enfermedad cardíaca, diabetes, obesidad e insuficiencia renal crónica.
Ante síntomas de dengue, no te automediques. No tomes aspirina, ibuprofeno, ni te apliques medicamentos inyectables.
Realiza una consulta médica para que te indiquen el tratamiento adecuado y utiliza repelentes para evitar ser picado nuevamente por los mosquitos.