La nueva estrella: la vitamina D
La vitamina D se ha convertido en la vitamina del año. No se sabe exactamente cómo ni por qué, pero existe una asociación entre la presencia de vitamina D y covid-19, pero no una causalidad. Es decir, no es posible afirmar que la deficiencia de vitamina D conduce a la enfermedad, o que el refuerzo de vitamina D puede protegernos contra ella.
¿Cuál es la función de la vitamina D?
La vitamina D ayuda a regular la cantidad de calcio y fostato en el cuerpo, necesarios para mantener los huesos, los dientes y los músculos saludables. Esta vitamina, ya presente en nuestro organismo, se activa cuando nos exponemos al sol, pero también se puede adquirir a través de alimentos como el pescado, la carne y los huevos, y, desde luego, por medio de suplementos farmacológicos. Sin embargo, estos suplementos deben sí o sí indicados por un médico ya que su exceso puede resultar tóxico.
¿Cuál es la relación entre la vitamina D y el covid-19?
Investigadores de todo el mundo han encontrado una relación entre niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de contraer distintas infecciones, como la tuberculosis, diversas virosis como la gripe, el dengue y también el virus SARS-CoV-2, responsable de la pandemia COVID-19. Además, existen estudios complementarios que demuestran que la deficiencia de vitamina D en la población adulta oscila entre el 40 y 60 %. Esta carencia es mucho más profunda en personas mayores o con enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas.
Actualmente, los estudios intentan comprobar la efectividad de altas dosis de vitamina D en pacientes infectados con coronavirus para prevenir las complicaciones respiratorias asociadas a la respuesta inmune ante el ingreso del virus a las vías respiratorias. Es decir, buscan averiguar si la elevación rápida y sostenida de los niveles de vitamina D en sangre puede mejorar rápidamente la respuesta del organismo frente a la infección y aliviar el estado del paciente.
Evidencia que avala los estudios
En muchos países del mundo se encontró una deficiencia de vitamina D en alrededor del 80% de las personas hospitalizadas con covid-19. Los niveles más bajos de vitamina D ya tienden a encontrarse con mayor frecuencia en los ancianos y personas con enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y cáncer, que a su vez también son factores de riesgo para la covid-19. Por esto, potenciar la vitamina D puede ser importante para los grupos de riesgo, como las personas mayores vulnerables a fracturas, osteoporosis y pérdida de masa muscular.